(Y no matar de aburrimiento al público)

Y allí me encontraba yo. En un encuentro de marketeros para marketeros. Un evento de lo más molón, con bolsa, regalitos y lanyard con identificación. Muy pro, muy cool y muy de todo. Y cuál no sería mi sorpresa, cuando empiezan las ponencias y dale que te pego, un power point detrás de otro. Y venga. Y más. Y aquello parecía no tener fin. Y a esas alturas del evento, yo ya me había desencajado la mandíbula a base de bostezos. ¿No se supone que somos marketeros? ¿No se supone que sabemos hacer una presentación efectiva con unas mínimas garantías de éxito?

Miro a mi izquierda, una súper executive con taconazos wasapeando como si no hubiera una mañana. A mi derecha, un venerable señor, rellenito y con gafas cuya cara venía a decir, ¿pero qué habré hecho yo para merecer esto? Y detrás, un grupo que supongo becarias, comentando páginas de Instagram. Oh, my God.

Tras la pausa, volví a entrar porque lo último que se pierde es la esperanza y oye, a mi a esperanza no me gana nadie. «A lo mejor la cosa cambia», me decía a mí misma. Previsoramente me senté en las últimas filas. Y tal cual empezó la ponencia, cogí mis cosas y salí de allí a toda leche.

¿Se puede hacer un presentación efectiva, interesante, educativa, comercial y entretenida?

Se puede. Ahí van 10 claves para que la gente diga, «¡Wow, este/a tio/a, controla!».

  1. Estructura tu ponencia en tres actos.

    Lo que viene siendo el planteamiento, nudo y desenlace de toda la vida. El planteamiento equivale a la descripción del status quo, de donde partes. En el nudo puedes tratar en profundidad el tema que hayas trabajado. Y por favor. Que tenga un final. No acabes con el último slide triste de colorines y numeritos. Una conclusión, una reflexión o un mensaje personal, funcionarán bien.

  2. Preséntate, pero no te vendas. Ni a tu empresa.

    Dime como te llamas, dime donde trabajas y dame sólo la info necesaria para que yo entienda que sabes de lo que vas a hablar. No quiero saber de tu vida, ni que me cuentes todo tu currículum. Y lo mismo de tu empresa. No quiero escuchar todos sus méritos, su facturación o sus puntos de venta. Luego, si lo que has contado me parece interesante y si creo que podemos hacer negocio, ya iré yo a buscarte, no te preocupes. Cuéntame aquello que va a conseguir darte lo que Aristóteles llama Ethos. Autoridad. (Soy súper fan de Aristóteles, qué le vamos a hacer).

  3. Crea un gancho al inicio.

    Plantea una pregunta interesante para tu audiencia, cuanta una anécdota divertida, o incluso utiliza una frase controvertida y provocativa. Algo que despierte el interés de la gente y que se pregunte, ¿y ahora qué?

  4. Comienza siempre de manera positiva.

    Por ejemplo, si vas a plantear en tu ponencia un problema, adelanta que se puede solucionar. No empieces con el problema porque entonces ya me estás contando algo que me preocupa, me agobia o me angustia. Si empiezas en positivo, la gente estará mucho más dispuesta a escuchar.

  5. El prota no eres tú, es tu público.

    Si, el que está en el escenario eres tú y estás hablando tú, pero tú, lo siento mucho, no eres el prota. El prota es el que te está escuchando desde abajo, porque él es quien tiene el poder para conectar contigo y con tu mensaje. Así que hazle la pelota y déjale bien claro que ahora mismo no hay nada, pero nada, más importante para tí, que él. Y que te has preparado una ponencia que te cag*s, sólo para sus oídos.[bctt tweet=»Para que una presentación sea efectiva, piensa que el protagonista no eres tú, es tu público.» username=»sandra_copy»]

  6. Utiliza el poder del storytelling.

    O lo que es lo mismo, sácale jugo a tus historias. Que las tienes. Cuenta algo que te haya pasado y que tengas en común con tu público, algo que puedan entender y con lo que puedan identificarse y empatizar.

  7. Introduce un elemento de sorpresa.

    Puede ser un slide que se sale del contenido general de la presentación, puede ser un dato especialmente relevante o un momento particularmente emocionante. Un momento «wow», que rompa durante un segundo el discurso, actúe de gancho para la gente que ha desconectado y te sirva para enlazar con tu próximo tema.

  8. Datos si, pero con medida.

    Y esto de verdad, que sí te lo pido de rodillas. Los gráficos son muy interesantes, sé que son parte fundamental de tu trabajo y que te encantan. Pero si me pones 200, al final no me entero de nada. Ponme 5. Pero buenísimos. Los más representativos. Los más molones. Y explícamelos, que no lo tenga que adivinar.

  9. Lo bueno si breve, dos veces bueno.

    Que me quede con ganas de más. Básicamente. Cuando tengas tu ponencia hecha, revísala bien. Evita redundancias, información repetida, datos que no sean relevantes. Quédate con lo esencial.

  10. Intenta acabar con un mensaje motivador que verse sobre el tema.

    Algo que recoja un poco todo lo que has dicho y que me deje con muy buen rollo. Puede ser una frase especial, puede ser un pensamiento tuyo. Algo emocional que me vaya directamente al corazón.

Si sigues todos estos consejos, te aseguro que acabas con ovación y vuelta al ruedo. Y lo mejor de todo. La gente te habrá escuchado y se habrá quedado con tu información. Y tu presentación efectiva habrá sido un éxito.

Y si en algún momento necesitas ayuda para prepararla o no sabes muy bien por donde empezar, me lo cuentas aquí y nos ponemos con ello ;).

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Photo by Ilyass SEDDOUG on Unsplash

Post Author: sandra

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